Contratos mercantiles

Utiliza nuestra carta de intenciones como documento de carácter previo a un contrato e incluso a un precontrato en el que se describen los aspectos básicos del futuro acuerdo, intenciones, pero  no tiene carácter vinculante para las personas o empresas que lo firman, en cuanto a que vaya a llevarse a efecto. Esta carta  de intenciones suele incluir compromisos de confidencialidad  y exclusividad que sí tienen un carácter vinculante.

El contrato de compraventa merantil permite, mediante un acuerdo, a un comerciante o empresario la venta o la compra generalmente de un bien o derecho (p.e. patentes y marcas), en un plazo de tiempo y lugar concreto, a cambio de un precio cierto, para revenderlo posteriormente y así obtener un beneficio de esa venta.

Se considera que no son mercantiles las ventas realizadas por agricultores, ganaderos y artesanos.

Es frecuente que se pacte la entrega de una cantidad de dinero (señal o arras) en el momento de la firma del contrato, acordando que el resto se pagará en el momento de entrega de mercancías o en otro posterior. Salvo acuerdo en contrario, las cantidades que, por vía de señal, se entreguen en la compraventa mercantil se consideran siempre anticipo de precio y como confirmación del contrato.

En los casos de los comerciantes y empresarios, la realización de un contrato de compraventa mercantil, también supone para esa operación la obligación de emitir un albarán de entrega y una factura. 

Si quieres más información puedes consultar nuestras Guías Rápidas de la factura y el albarán.

En este contrato de distribución un empresario, se compromete a adquirir en determinadas condiciones productos, normalmente de marca, a otro y a revenderlos (sin alterarlos) en una zona concreta, prestando a los clientes que compren dichos productos la asistencia que precisen una vez realizada la venta. Generalmente, este contrato se suele firmar en exclusividad, por esta razón, es muy importante que te asegures de que firmas un contrato realizado por profesionales, ya que el funcionamiento y el prestigio de tu empresa está en juego.

Es un acuerdo legalmente vinculante para la no publicidad de la información que se comparte (también se conoce en el ámbito de los negocios como acuerdo de confidencialidad o NDA o non- disclosure agreement. Creado para proteger la información comercial valiosa o sensible y que no se cuente a terceros durante las conversaciones con posibles colaboradores, inversores o empleados. De esta manera, conseguirás que esa información continúe siendo confidencial para los competidores.

Es el contrato por el que una persona o empresario, se obliga frente a un empresario o empresa, de manera continuada en el tiempo, a cambio de un precio, a promover y vender, como intermediario independiente y por cuenta del empresario dueño de los productos, salvo acuerdo en contrario. Protégete cuando nombres un agente que promueva y venda tus productos en una zona determinada con nuestro contrato de agencia.

En este contrato el comerciante o agente comercial se obliga a realizar por cuenta y encargo de una empresa o empresario, una o varias operaciones comerciales concretas.

El contrato de comisión puede ser en nombre propio (el comisionista se hace responsable directo con los clientes a los que vende) o en nombre del empresario que la encarga (en este caso el comisionista no se hace responsable directo con los clientes a los que vende).

En el contrato de suministro, una empresa (el suministrador  o proveedor) se obliga, a cambio de un precio, a realizar a favor de otra (suministrado), prestaciones continuadas en el tiempo cuya función es la cubrir de necesidades que se requieren habitualmente en la empresa (p.e. suministro de luz, agua, gas, etc.).

La empresa que recibe el suministro debe pagar un precio en dinero, y la empresa suministradora asegurarse de la entrega de las mercancías en periodos de los periodos de tiempo que se acuerden.

Este contrato consiste en la venta de la propiedad de la marca de una empresa. Incluyendo también los derechos y obligaciones que afecten a la marca (licencias o cesiones de uso otorgadas por el anterior titular), como a las acciones judiciales por ataque a la marca vendida iniciadas antes de la venta.

Es un contrato que carece de regulación, y por lo tanto, las operaciones se van a regular por lo que se acuerde en el mismo. Por eso su importancia.

Empresa es el conjunto de bienes y derechos necesarios para realizar la producción y la venta posterior de bienes y servicios. En este contrato de venta de empresa,  se deben incluir en la venta todos los elementos esenciales para la realización de la actividad, como por ejemplo, maquinaria, herramientas, muebles, mercancías, listados de clientes y proveedores, contabilidad, marcas y patentes, contratos firmados y el propio local.

Con el contrato de fabricación, el fabricante y las personas o empresas que le realizan el pedido, podrán acordar las condiciones de esa fabricación, las características del producto  y las obligaciones de cada uno de ellos.

También es muy apropidado cuando has realizado el diseño de algún tipo de producto y tienes la intención de que te lo fabrique alguna empresa.

Con el contrato de depósito mercantil, evitarás riesgos, ya que la obligación principal es la de guardar y conservar en buen estado los bienes o cosas entregadas. De esta manera, con su firma garantizas la aplicación de unos acuerdos y obligaciones que facilitarán que en el depósito no existan riesgos.

Formaliza de una manera correcta las entregas de bienes o cosas realizadas y regula la relación de quien las entrega y de quien las recibe en depósito.