La propiedad industrial

En España existen diferentes tipos de derechos de Propiedad Industrial: 

• Marcas y Nombres Comerciales (Signos Distintivos): protegen combinaciones gráficas y/o denominativas que ayudan a una empresa a distinguir sus productos y servicios en el mercado de los de otra empresa.

• Patentes y modelos de utilidad​​ (Invenciones): estos títulos conllevan el derecho de su titular a impedir temporalmente a otros la fabricación, venta o utilización comercial de la invención protegida.

• Diseños industriales: protegen los aspectos de apariencia u ornamentales externos de un producto.

La marca es un signo que sirve para distinguir productos o servicios de una empresa en el mercado. En otras palabras, es la firma de tu empresa. 

El nombre comercial sirve para identificar a tu empresa en el tráfico mercantil y diferenciarla del resto de empresas del mismo o diferente sector. No debes confundir el nombre comercial con la denominación social. La denominación tiene relevancia exclusivamente en las operaciones jurídicas de la sociedad; la marca o el nombre comercial se utilizan en la publicidad, rótulos, relaciones con la clientela, identificación de productos, etc. Por eso no es necesario que coincidan.

También es importante que si utilizas una página web protejas la dirección de la misma, comúnmente conocida como Nombre de Dominio o URL.

Si inventas un producto o un proceso para crear un producto, la forma de proteger tu idea es obtener una patente. Sin embargo, esto sólo se otorgará si la invención o producto que pretendes patentar es nuevo. Una patente otorga al inventor (o propietario) el monopolio de la invención, evitando que otros la fabriquen, ofrezcan, introduzcan en el comercio o la importen, sin permiso por hasta 20 años a partir de la fecha en que se presentó la solicitud de patente. 

La patente ofrece un derecho exclusivo de explotación a su inventor por un período de 20 años. Durante este período, el titular de la patente puede asignar todo o parte de él mediante acuerdos de cesión o licencia. Esto no solamente permitirá ahorrar dinero a tu empresa, sino que también te proporcionará un flujo de ingresos a partir de tus invenciones o de las invenciones de sus empleados, sin necesidad de invertir en su comercialización. 

Después de 20 años, la invención cae en el dominio público y el inventor pierde su monopolio de explotación.

Mediante el diseño industrial podrás proteger la apariencia de un producto, ya sea de la totalidad o de una parte del mismo (sus líneas, contornos, colores, forma, etc.).  

Para beneficiarte de su protección deberás inscribirlo en el Registro de Diseños de la OEPM. Tendrás el derecho exclusivo a utilizarlo y a prohibir su uso, fabricación, oferta, comercialización, etc. por otras personas sin tu consentimiento durante 5 años desde la fecha de presentación de la solicitud de registro, aunque este plazo puede prorrogarse por períodos de 5 años hasta un máximo de 25 años. 

Es importante tener en cuenta que los derechos de diseño no protegen los derechos sobre un producto en sí, sino que protegen la apariencia del producto como resultado de su forma, colores, textura o materiales.

Se considera secreto empresarial, toda aquella información que sea:

• secreta, en el sentido de no ser generalmente conocida por las personas pertenecientes a los círculos en que normalmente se utilice, ni fácilmente accesible para esas personas;
• tenga un valor comercial por su carácter secreto, y
• que la persona que legítimamente ejerza su control, haya tomado medidas razonables para mantenerla secreta.

Por tanto, si reúnen tales condiciones puede ser considerado “secreto empresarial” las invenciones, patentables o no patentables, descubrimientos científicos, dibujos y modelos industriales, diseños, técnicas de venta, planes financieros, experiencias técnicas o comerciales, relaciones con clientes o proveedores, etc. 

No se consideran secretos empresariales, la información de escasa importancia, la experiencia y las competencias adquiridas por los trabajadores durante su carrera profesional, ni la información de conocimiento general o fácilmente accesible en los círculos en que normalmente se utilice el tipo de información de que se trate.

Lo primero que deben hacer es identificar cualquier información disponible que pueda ser susceptible de ser un secreto empresarial. Además, es conveniente alertar a los departamentos y personas pertinentes sobre la importancia de los secretos empresariales y las medidas que deben adoptarse para mantener la confidencialidad de dicha información.

Las empresas, también deberían revisar los contratos que hayan firmado y redactar o incorporar acuerdos de confidencialidad. También deberían reforzar las cláusulas de confidencialidad con sus empleados relativas a los secretos empresariales.  

Para saber más sobre los acuerdos de confidencialidad lee nuestra guía El contrato de confidencilidad o NDA.

Podrás proteger la información confidencial relacionada con clientes, proveedores, estudios de mercado, procesos de negocio, planes estratégicos y de marketing, datos financieros y “know-how” firmando un Pacto de confidencialidad con tus empleados.

Los derechos de Propiedad Intelectual le corresponden al autor simplemente por haber generado su creación, siendo un derecho reconocido y protegido legalmente. Sin embargo, los derechos de Propiedad Industrial nacen con el registro.

Los derechos de Propiedad Industrial se deben registrar ante la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM). En este organismo es donde tenemos que registrar cualquier marca comercial o prototipo de uso industrial, previo abono de sus correspondientes Tasas Oficiales.  

Una vez ha sido registrada, la protección legal varía dependiendo del producto:

• Marcas: El registro de una marca se otorga por 10 años, contados desde la fecha de presentación de la solicitud, y puede renovarse por períodos sucesivos de 10 años.

• Patentes: La patente tiene una duración de 20 años desde la fecha de presentación de la solicitud, y tiene efecto desde el día en que se publica su concesión. Este período de duración no se puede prorrogar.

• Diseños industriales: Este derecho tiene una duración de 5 años desde la fecha de presentación de la solicitud de registro, y puede prorrogarse por períodos de 5 años hasta un máximo de 25 años.

Debes tener en cuenta que, aunque registres el nombre de tu empresa en el Registro Mercantil, si la marca con que comercializas tus productos coincide con la denominación social, esto no es garantía para que la misma quede protegida. Debes inscribirla en el registro de marcas para quedar protegido correctamente, ya que sólo en ese caso podrás acudir a los mecanismos de protección que ofrece la legislación en materia de propiedad intelectual.

Si estás pensando en presentar una solicitud es conveniente realizar una búsqueda para comprobar que la creación que quieres registrar no se encuentra ya protegida por otra persona u empresa.  

Puedes utilizar para ello la bases de datos que ofrece gratuitamente la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM), o utilizando los servicios de pago que realiza esta oficina. Esto te ahorrará incurrir en gastos innecesarios, en caso de que ya exista una marca idéntica o conflictiva en el mercado al que se destinan tus productos o servicios.

Los derechos de Propiedad Industrial y sus correspondientes solicitudes son bienes valorables económicamente y que al igual que los otros bienes de que dispone la empresa, por ejemplo locales, vehículos, maquinaria, etc., forman parte del patrimonio de tu empresa y por lo tanto podrás transmitirlos, licenciarlos, hipotecarlos, etc. 

A través de un contrato de transmisión, como titular de un derecho de propiedad industrial podrás otorgar a otro la propiedad de ese derecho a cambio de un precio. 

Puedes leer nuestra guía El contrato de venta de marca para saber más sobre como vender tus marcas.

Mediante un contrato de licencia, retienes la propiedad del derecho de propiedad industrial pero autorizarás a otros a utilizarlo o a explotarlo en la forma fijada en el contrato. Para saber más sobre como permitir que otro pueda comercializar los productos y servicios que fabrique o elabore con tu marca, lee nuestra guía El contrato de uso o licencia de marca.