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¿Cómo se calcula el precio de la electricidad en España?

En nuestro país el precio de la electricidad es fijado de manera diaria mediante el “pool eléctrico”, el cual determina las unidades de electricidad que se van a producir y sus precios y cuyo objetivo es cubrir la demanda prevista para cada hora del día.

Obviamente, cuanto más frío hace, mayor es la demanda de energía. Por desgracia, la contribución de las energías renovables al mercado es baja, por lo que hay que recurrir a otro tipo de tecnologías, cuyo precio es más elevado.

Durante los meses más fríos la factura de electricidad es mucho más elevada. ¿Tiene esto que ver con la subida del precio de la electricidad? ¿Cómo se decide si el precio de la electricidad sube o baja? En definitiva, ¿cómo se fija el precio de la luz en España?

Durante este artículo vamos a hablarte de cómo se fija el precio de la electricidad en nuestro país. Para empezar, tienes que saber que la electricidad no puede ser almacenada por falta de una tecnología capaz de conseguirlo. Por ello, entre otras cosas, existe un mercado diario y unos mercados de ajustes en los cuales se determina cuánta electricidad se producirá y a qué coste.

 

El mercado eléctrico diario determina los precios de la electricidad en España. El nombre "pool" proviene del inglés, y en español significa "piscina" porque las empresas productoras de energía, a través de sus respectivas centrales (nucleares, hidráulicas, renovables, centrales de ciclo combinado, etc.), lanzan a esta “piscina” diferentes ofertas para el día siguiente. A través de estas ofertas se satisface la demanda del mercado —según una serie de estimaciones— a precios de mercado, conocidos como precios marginales.

 

Esta actividad diaria se denomina casar oferta y demanda, aunque también se conoce como despacho diario en términos eléctricos. Se trata de una subasta, realizada por el operador del mercado, OMIE, en España.

La normativa establece que, en las subastas diarias, se consideran en primer lugar los megavatios (MW) ofrecidos por los productores más baratos, normalmente las grandes centrales nucleares. Esto se debe a que las plantas de energía nuclear no se pueden detener (detenerlas y ponerlas en marcha es más costoso que mantenerlas en funcionamiento). Así que no pueden arriesgarse a no casarse (incluso suelen ofrecer megavatios a coste cero). Sin embargo, luego se les paga a un precio marginal, al igual que otras plantas casadas.

Posteriormente, se incluyen, en orden ascendente, las unidades de producción más baratas, como las renovables (principalmente eólica y solar), cuya rentabilidad está regulada por ley, siempre que casen en el pool. Finalmente, en caso de ser necesario, también se consideran los megavatios que aportan las tecnologías más caras, como el gas natural y el carbón.

El precio marginal es el precio fijado por la última central eléctrica en entrar en el pool para atender la demanda demandada del día. Por lo tanto, el último ciclo o central térmica de carbón en participar suele fijar el precio porque suelen ser los más caros. Este precio es el precio pagado por hora por megavatio por día, independientemente del tipo de planta que lo ofrezca en la subasta.

Según la CNMC, el nombre se le dio a la decisión de poner en funcionamiento determinadas plantas que aún no han entrado en las subastas diarias pero que se han puesto en funcionamiento para evitar cortes de suministro eléctrico. Dicho esto, suele haber seguridad de suministro en determinadas zonas de España por "restricciones técnicas". La decisión la toma el operador del sistema, en este caso la empresa Red Eléctrica, responsable de asegurar el suministro de la red.

Todo esto ("pool" + mercado restringido) constituye el mercado mayorista. El precio final por kilovatio que pagan las empresas y los ciudadanos a través de sus facturas es la suma de dicho precio (o el precio pactado con la comercializadora, en su caso) más una serie de componentes adicionales regulados (impuestos y peajes) que en su conjunto constituyen una factura eléctrica.

Al azar del sistema encargado de fijar el precio de la electricidad en España existen 3 razones para entender esta subida de los precios en épocas de mucho frío:

  1. Cuanto más frío hace, más energía se consume, por lo que aumenta la demanda.

  2. Las energías renovables aún tienen una contribución muy baja al mercado.

  3. Para satisfacer la demanda sin comprometer la seguridad del suministro, es necesario emplear tecnologías raras y costosas, como las centrales eléctricas de ciclo combinado que utilizan gas natural como combustible, que también son particularmente costosas en la actualidad. Esto es determinante puesto que, como hemos comentado al principio, el precio se fija por la última central que entra a subastar, las que entran sólo si es requerido por la demanda de electricidad.

La subida en el precio de la electricidad afecta más a aquellos hogares y empresas que tienen contratada la tarifa del mercado regulado, el PVPC. Sin embargo, son también los que se aprovechan cuando el precio de la electricidad es más bajo que en el mercado libre.

 

El 60% restante es de mercado libre, pero, en este mercado, el precio lo fija la comercializadora, por lo que da igual que el precio del pool suba o baje. Eso sí, cuando toque renovar el contrato es posible que se haga una revisión del precio para adaptarlo al mercado en ese momento.

Hay dos impuestos sobre la factura de la electricidad, el impuesto sobre la electricidad y el IVA. El segundo, del que se ha hablado mucho últimamente porque algunos grupos políticos exigen menos, es del 21%. El primero está determinado por ley y es del 5,1127%, desde el 1 de enero de 2015.